Muchos comenzamos el ritual del afeitado en la adolescencia. Nos enseñó a hacerlo nuestro padre, tío, hermano, o bien, gracias a la tecnología lo aprendimos por un tutorial de YouTube. Sin duda, una práctica que vamos perfeccionando con los años; pero en la que ya seas principiante o experto, existen errores que perduran y debemos evitar. Descubre cuáles son los más frecuente y cómo erradicarlos de una vez por todas de tu rutina.
Si estás apurado, no lo hagas.
Hay días en que despertamos tarde, por eso, tomamos la rasuradora y nos afeitamos prácticamente corriendo, y lo hacemos muy mal. Por eso independiente de si te afeitas diariamente o lo haces una vez a la semana, es importante que dediques entre 10 a 15 minutos para rasurarte y completar tu rutina.
Despídete de las navajas muy usadas
Sin importar qué máquina uses, debes poner atención al filo de las cuchillas. La razón: si están demasiado desgastadas, podrían tener un efecto negativo en tu piel, ya que ejercerás mayor presión e irritarás la piel.
No apliques demasiada fuerza
Y a propósito del tips anterior, uno de los errores más comunes al rasurar la barba es aplicar fuerza bruta. Lo óptimo es emplear la menor presión y dejar que el rastrillo y las navajas corran por sí solos sobre tu piel, una o dos veces, con eso será suficiente si tus cuchillas están en buen estado (¿ves cómo todo está conectado?).
Todo es importante
Por querer ahorrarnos tiempo (recuerda que no debemos afeitarnos apurados), tendemos a evitar algunos pasos. Lo cual está muy mal, porque jamás debemos pasar por alto aplicar dos básicos de nuestra rutina: una crema de afeitar y un aftershave. La primera es importante para suavizar el vello y facilitar el recortado. Por otra parte, y como ya te lo contamos en un artículo, al terminar con el rasurado es importante utilizar un aftershave para calmar a la piel y tener un efecto antibacterial, que mantenga protegida esa zona.
No, dile no al agua fría
Todo es importante, incluso el agua. Por eso, además de aplicar la crema de afeitar es importante que prepares la piel, específicamente, es importante que los poros estén abiertos para que así sea más sencillo el rasurado. ¿Cómo se logra? creando un ambiente húmedo en el baño, ya sea aplicando una toalla caliente en la zona del mentón o afeitándote durante o justo después de bañarte para aprovechar el vapor generado en el baño.
¿Y ahora estás listo para conseguir una barba y un rasurado perfecto?