Por estas razones no deberías compartir tus navajas de afeitar

Hay ciertas prácticas que podrían parecer inofensivas a simple vista, pero que esconden peligros que no debemos pasar por alto.

Seguramente a más de alguno le ha pasado: está por afeitarse y se da cuenta que no le quedan navajas o afeitadoras, y en vez de salir a comprar, usa la del amigo o del familiar con el que vive... Una práctica que parece inocua, pero que en realidad conlleva varios riesgos para la salud.

Y es que las navajas de afeitar pueden acumular residuos de jabón, piel muerta y otros desechos, lo que puede crear un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias y hongos. Compartir navajas significa compartir estos residuos, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones y problemas de piel.

¡Sigue leyendo que te contamos los 3 principales riesgos a los que te expones!

1.-Infecciones cutáneas: compartir navajas aumenta el riesgo de transmitir infecciones cutáneas, como foliculitis (inflamación de los folículos pilosos), infecciones bacterianas y fúngicas. Las cuchillas pueden contener bacterias y otros microorganismos que pueden causar infecciones si entran en contacto con la piel de otra persona.

El reciente caso de una bacteria comecarne, también conocida como Streptococcus pyogenes, que afectó a un hombre en California, ha resaltado la gravedad de este problema. Este hombre, que compartió su navaja de afeitar con un amigo, contrajo una infección bacteriana severa en su rostro, lo que llevó a una serie de complicaciones médicas y la necesidad de cirugía para tratar la infección.

2.- Agravamiento de problemas existentes: cada persona tiene una piel única con sus propios problemas y sensibilidades. Compartir navajas puede agravar tus problemas de piel como la rosácea, el acné y la dermatitis, ya que los microorganismos y residuos de productos pueden transferirse de una persona a otra.

3.- Te expones a cortes y lesiones: al ser de otra persona la navaja, no sabes si está afilada, en buenas condiciones o lista para ser desechada. Tal vez tengas que esforzarte un poco más para eliminar el vello, irritando tu piel. Por eso, compartir navajas aumenta el riesgo de sufrir cortes y lesiones en la piel, que a su vez pueden ser más propensas a infectarse.

Ya sea con familia, amigos o desconocidos; no compartir navajas es una medida simple pero efectiva para protegerse a sí mismo y a los demás.

En caso que visites a un barbero, preocúpate de que este la limpie y desinfecte adecuadamente después de cada uso para prevenir la transmisión de enfermedades y mantener la piel sana. Esta simple precaución puede marcar la diferencia entre una experiencia de aseo segura, y una que ponga en riesgo tu salud y bienestar.