Si alguna vez te has mirado al espejo y has notado pequeñas escamas blancas sobre tu barba -como si fuera nieve indeseada sobre tu polera oscura-, no estás solo. La caspa en la barba, también conocida como beardruff, es mucho más común de lo que se cree. Pero no, no es solo una “barba sucia”. La raíz del problema está más abajo: en la piel.
La verdadera causa: piel seca bajo la barba
El vello facial puede engañar. Aunque la barba crezca fuerte y espesa, la piel que queda cubierta muchas veces se reseca por falta de hidratación, cambios de temperatura o simplemente por descuidarla.
Al estar oculta, esa piel se exfolia mal, pierde su equilibrio natural y empieza a descamarse… lo que tú ves como “caspa”.
¿La solución? Hidratación y limpieza
La clave está en tratar la barba como tratas tu cuero cabelludo (o incluso mejor).
1. Aceite para barba
Un buen aceite para barba hidrata tanto el vello como la piel que hay debajo. Ayuda a prevenir la sequedad, reduce la descamación y además suaviza la barba para que luzca mejor. ¿No sabes cuál elegir? Este es el que usen los barbones en Chile.
2. Lava tu barba (pero no con cualquier cosa)
Usar el mismo producto que usas para el cabello o jabón de cuerpo puede ser un error. La piel del rostro es más sensible. Opta por un shampoo específico para barba, que elimine impurezas sin resecar. Con 2 a 3 lavados por semana es suficiente para mantener la piel equilibrada.
¿Y si no haces nada?
La caspa en la barba puede evolucionar hacia irritaciones, picazón constante e incluso foliculitis. Y claro, además de ser incómodo, no es lo más atractivo a la vista.