Muchos personajes destacan por su barba, pero pocos tienen el reconocimiento y cariño que ha logrado él. Hablamos de Santa, también conocido como Viejito Pascuero, el hombre de traje rojo y barba blanca que según la cultura occidental llega en trineo con regalos para los niños cada 25 de diciembre.
Si bien no hay certeza acerca de la fecha exacta en que surgió la figura de Santa Claus, ni del origen puntual de su representación, lo cierto es que la primera vez que apareció escrito su nombre en los medios fue en un diario de Nueva York de la época de 1600, y su figura -como la conocemos hoy-, es parte del trabajo de marketing de la marca Coca Cola.
¡Sí, es real! La primera vez que apareció Santa en un anuncio fue en el de Coca-Cola (1931), y lo hacia en forma de ilustración. Un diseño, que con el tiempo pasó a la historia como un símbolo universal de la Navidad, y que fue realizado por Haddon Sundblom quien rescató la esencia de los mitos tradicionales del cristianismo y de la cultura popular.
¿Por qué Santa tiene barba?
Ahora, si de su barba se trata, debemos recordar que uno de sus orígenes podría estar explicado porque Santa sería de adaptación católica del dios Odín, también llamado“father christmas”, quien usaba un abrigo azul, barba larga y blanca, y viajaba desde el norte a dar regalos casa por casa. También, el origen de Santa Claus se relaciona con “San Nicolás” y los santos generalmente llevan barba porque es un símbolo de autoridad y nobleza.
Además, debemos recordar que la tradición cristiana rescata mucho del judaísmo. Por eso, otra explicación es que para los rabinos y sacerdotes judíos, es de vital importancia la barba, puesto que conecta la cabeza al corazón.
¿Necesitas más razones? Las hay...
1.- Santa vive en una zona fría, y de invierno permanente, por lo cual la barba también es un elemento que le ayuda a sobrevivir en este tipo de clima.
2.- ¿Quién es realmente santa? Todo un enigma, por lo cual la barba cumple un rol fundamental para mantener la identidad como un misterio.
3.- La barba larga es sinónimo de madurez, y así como diferentes dioses fueran representados con largas barbas, la figura de Santa probablemente necesitaba responder a esos estándares.
